miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sao Paulo

Hay ciudades tranquilas y ciudades que no descansan.


Y hay aviones que juntan los dos extremos.


7:50 Vuelo Florianópolis- Sao Paulo.

Aterrizo medio dormida, pero ansiosa por saber qué hay de aeropuerto para afuera.
En el trayecto del aeropuerto al hotel, la emisora solo habla de kilómetros y kilómetros de retenciones.
En el camino rascacielos, casas bajas, edificios desconchados… como si de un desfile de edificaciones se tratase, la ciudad comienza a presentarse.
Yo no necesito de muchos datos para conocerla, no quiero saber, edad, procedencia, nacionalidad, sólo estar para andarla y descubrirla.

Y Sao Paulo comienza:

- Avenida Paulista: gente, música y colores se entrelazan: Todo es movimiento y ritmo.
- Librería cultura: palabras, imágenes y notas ordenadas alfabéticamente.
- Barrio Liberdade: en Brasil se habla y se come como en Japón.
- Bienal de arte: el arte ya no sólo se mira y se siente, ahora se toca, se huele y se rehace.

Sao Paulo tiene mucho más por descubrir, es mejor no descansar hasta conocer la ciudad que no descansa.

23:30 Vuelo Sao Paulo – Florianópolis.
Antonia

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