Muerto el guerrero
perdida la batalla
recogieron el escudo y las armas
dispersos por el campo
mientras lavaba el cadáver
lloró su pérdida
y maldijo a los dioses
que le habían abandonado
recordó el olor juvenil de sus brazos
la rudeza de la voz en la batalla
la ferocidad del guerrero
no traspasaba el umbral de la casa
retiró el amuleto de bronce de su cuello
escupió en un paño
limpió la sangre incrustada
de nada había servido la serpiente
que coronaba el casco
Astarté, la diosa madre,
le había abandonado
vino el sacerdote
ungió el cadáver
todo estaba dispuesto, le dijo
las angarillas de madera y el lino
pensó en su tálamo
como una travesía de desierto
perfumó su cuerpo todavía
con aceite de sándalo
miró su rostro, frío, ajeno
era obscena la muerte
indefenso, sin hálito
a la mirada de los vivos
el enemigo no debe saber nuestro dolor
avanzó hacia las armas
bruñidas, casi intactas
y envolvió la daga, las flechas, el arco
recogidos en el campo de batalla
ocultó en un cántaro
higos, nueces y bellotas
algunas monedas
pan, queso y frutas
y el dios tutelar
que nada hizo
el camino de la muerte era largo
no exento de daños
los amigos vinieron
vistieron su cabeza de laurel
alabaron la fuerza del guerrero en la batalla
el escudo cubrió otra vez su cuerpo
pero él no caminó
salió
las manos sobre el pecho
dispuesto a la batalla de la muerte
al largo tránsito
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si vinieran las huestes
y estuvieran ya próximos
los golpes de los cascos
los relinchos
y tus oídos oyeran
fustigar como bestias
los lomos del caballo
si agazapado, supieras ya
del golpe mortal de la lanza
del incendio voraz de todo lo que hiciste
del fulgor del acero en el aire
si supieras que están ya ahí
sal de la guarida
levanta el rostro y mira altivo
al jinete que avanza
muestra en tus ojos
que nunca calmará su sed
de destrucción
que está atado por siempre al gesto de la espada.
EMILIA OLIVA
(Malpartida de Plasencia, Cáceres, 1957)
Su poemario (Re)fracciones (1997) fue galardonado con el primer premio de poesía Ciudad de Zaragoza. Ha publicado ensayos, cuentos y poemas en diferentes revistas y ha sido incluida en antologías de cuentos, poesía y poesía visual y experimental. Los Ecos y las sombras. Música para un instante antes de morir (Alcancía, 2007) es su último poemario publicado. Desde finales de 2007 es editora de la revista digital En Sentido Figurado. Imparte talleres de poesía experimental y microrrelatos.